La integración y el desafio portuario

La integración y el desafio portuario

El norte chileno, más que ser el extremo de nuestro país, es el centro del corazón del Cono Sur de Sudamérica. Creo que quiénes residimos en esta tierra, debiéramos mirar el mapa de esa manera.

Desde este punto de vista de nuestro país requiere apuntar a lograr un alto nivel de integración económica y social. Nuestra apuesta integracionista tiene un potencial que abarca el centro oeste y sur de Brasil, Perú, Bolivia y Paraguay y Argentina.

La interdependencia real y sistemática más allá de las diferencias, es un imperativo, del cual solo se puede esperar un mayor nivel de bienestar para todos los habitantes de nuestras naciones.

La interdependencia es un factor que apacigua los conflictos e induce a negociar acuerdos de largo aliento.

Se ha avanzado en materia de integración física. El eje interoceánico que une a los puertos de Mataraní e Ilo, Iquique con los puertos de Santos, pasando por puerto Suárez, (Bolivia) y Corumbá, Brasil, hoy ha mejorado ostensiblemente.

Junto a la Empresa Portuaria de Iquique, Zofri y la Corporación de Desarrollo de Tarapacá hemos venido intensificando nuestro trabajo con los países vecinos. Hoy en Bolivia comienza a conocerse nuestro sistema logístico. De hecho acabamos de conseguir cargas que hasta hace poco era impensable transferirlas a través de Iquique.

Hace poco estuvimos en Ferinoa, visitamos Salta, Tucumán y Jujuy, exponiendo ante cerca de 200 empresarios que tienen interés en conocer nuestra alternativa de servicios. Ellos necesitan vías expeditas para sus exportaciones de tabaco y cítricos.

Queda claro que cuando trabajamos en forma mancomunada, sumando esfuerzos públicos y privados se avanza y se logran resultados. Debemos perseverar en ello.

La carretera hacia Bolivia vía Huara-Oruro ya está en muy buenas condiciones, lo que permite un eficiente flujo de carga.

Desde ese último punto se llega a los principales centros exportadores como lo son Santa Cruz y Cochabamba.

Desde el noroeste argentino, a través del paso de Jama, estamos bien conectados. Pese a que Antofagasta es un poco más cercano, nuestro puerto tiene algunas ventajas, difíciles de igualar, tal como por ejemplo en nuestro puerto contamos con 17 líneas navieras de ruta frecuente a los principales destinos del mundo, situación única en Chile, tampoco tenemos congestión en la salida de las cargas, lo que ahorra varios días para que estas lleguen a destino y ese repercute muy positivamente en la economía y contribuye definitivamente a mejorar los canales de comercio exterior.

Estas expectativas son auspiciosas siempre y cuando nuestro puerto sea visto como un terminal seguro, que presta eficientes servicios. De nada sirven las inversiones ni las misiones comerciales si llegado el día el puerto está paralizado.

La actividad portuaria es tan consustancial al desarrollo de la Región de Tarapacá, como lo es la competencia que literalmente está a la vuelta de la esquina.

En definitiva, no perdamos estas oportunidades ni tampoco echemos por tierra lo sembrado, ha llegado la hora de cosechar, pero para ello debemos ser un puerto que atiende siempre y en ese contexto, para los desafíos que vienen, debemos estar a la altura de las circunstancias.

Fuente: Columna de Fernando Ugarte en Diario 21