Movilización de los trabajadores portuarios mantiene un clima tenso en la Zofri, donde más se refleja la situación.
Sin el flujo permanente de camiones y extranjeros permanece por estos días el barrio industrial de Iquique, señal evidente de cómo afecta a la Zofri la paralización que los trabajadores portuarios mantienen hace más de dos semanas, en solidaridad con sus compañeros de puerto Angamos, en Mejillones.
La medida de presión que adoptaron los portuarios ciertamente ha tenido incidencia en el sector, donde los empresarios y en general todos quienes tienen su fuente de trabajo relacionado con el comercio internacional, aseguran son los mayores perjudicados por un paro donde aún no se atisban señales de llegar a una solución.
CARGADORES
El gremio que asegura ser el más afectado con la paralización en el puerto es el de los cargadores.
Según explicó el presidente del sindicato, Víctor Ramos Villegas, ellos trabajan “por el día a día, así que si hay paro, dejamos de recibir dinero inmediatamente y nuestras familias son las más perjudicadas, sobre todo los niños y niñas, acotó.
Villegas afirmó que en el barrio industrial “hay más de mil cargadores, de los cuales 812 están afiliados a nuestro sindicato”.
Asimismo adelantó que están próximos a realizar una convención pues todos los trabajadores “están estresados por la situación”.
El secretario del sindicato, Marcos Torres, agradeció a los municipios de Iquique y Alto Hospicio, quienes comprometieron ayuda social para las familias de los cargadores.
Adelantaron que trabajan en una misiva que enviarán al directorio de Zofri S.A., solicitando ayuda para cumplir con sus compromisos.
“Los cargadores podemos ganar entre diez mil pesos hasta 25 mil pesos en un buen día, pero hay días donde no ganamos un peso. Nuestro ingreso no es constante, por eso esperamos que el problema se solucione pronto, ya que no es nuestra culpa”, acotó.
Luis Rodríguez Silva lleva más de una década prestando sus servicios como cargador en diferentes empresas de la Zofri.
Explicó que “nosotros vivimos a diario y ahora no hay nada que cargar así que no recibimos dinero”.
Aprovechó de agradecer a los municipios de la provincia por la mercadería que entregaran al gremio que integra.
COMERCIO
Daniel Quispe lleva 5 años prestando servicios como conductor entre Chile y Bolivia. El oriundo del vecino país comentó que antes realizaba un viaje semanal, “pero ahora llevo 15 días sin salir, es decir 2 rondas perdidas”, al tiempo que especificó que si antes gastaba US$100 dólares para mantenerse, ahora dicho guarismo se ha triplicado. “Estamos perdiendo muchos viajes”, dijo lamentándose.
Los clientes también se ven perjudicados, tal como explica Cipriano Gallardo.
“Muchos de los autos que no han llegado los compramos hace un mes”. Agregó que lleva esperando toda la semana y cada día de retraso aumenta el riesgo de no poder ingresarlos a su Bolivia natal, pues relató que existe una iniciativa en proceso para impedir el ingreso de dos modelos de automóviles.
Francisco León lleva 10 años trabajando en Far East Enterprises y detalló que “las ventas han bajado notoriamente. No se ve gente, todo está paralizado. Cuando los compradores llaman para preguntar cómo está el escenario, les digo que pospongan los pasajes porque si vienen será un viaje perdido”, puntualizó.
Fuente: Diario La Estrella